domingo, 2 de noviembre de 2014


UN LIBRO QUE ESTARÍA BUENO LEER 


En MAL DE ESCUELA, Daniel Pennac aborda la cuestión de la escuela y la educación desde el punto de vista de los malos alumnos. Desde su propia experiencia como "zoquete", el autor reflexiona acerca de la pedagogía y las disfunciones de la institución escolar, sobre la sed de aprendizaje y el dolor de ser un mal estudiante, sobre el sentimiento de exclusión del alumno y el amor a la enseñanza del profesor.

Comparto dos de los pasajes del libro que más me gustaron (la negrita me pertenece):

Nuestros "malos alumnos" (de los que se dice que no tienen porvenir) nunca van solos a la escuela. Lo que entra en clase es una cebolla: unas capas de pesadumbre, de miedo, de inquietud, de rencor, de cólera, de deseos insatisfechos, de furiosas renuncias acumuladas sobre un fondo de vergonzoso pasado, de presente amenazador, de futuro condenado. Miradlos, aquí llegan, con el cuerpo a medio hacer y su familia a cuestas en la mochila. En realidad, la clase solo puede empezar cuando dejan el fardo en el suelo y la cebolla ha sido pelada. Es difícil de explicar, pero a menudo solo basta una mirada, una palabra amable, una frase de adulto confiado, claro y estable, para disolver pesares, aliviar esos espíritus, instalarlos en un presente rigurosamente indicativo. (Pág 60)

¿Era él un gran matemático? Y en el curso siguiente, ¿era la señorita Gi una gigantesca historiadora?Y durante la repetición de mi último curso, ¿era el señor S. un filósofo sin par? Lo supongo, pero a decir verdad lo ignoro; sólo sé que los tres estaban poseídos por la pasión comunicativa de su materia. Armados con esa pasión, vinieron a buscarme al fondo de mi desaliento y solo me soltaron una vez que tuve ambos pies sólidamente puestos en sus clases, ... sabían reanimar... el deseo de comprender. Acompañaban paso a paso nuestros esfuerzos, se alegraban de nuestros progresos, no se impacientaban por nuestras lentitudes, nunca consideraban nuestros fracasos como una injuria personal y se mostraban con nosotros de una exigencia tanto más rigurosa cuanto estaba basada en la calidad, la constancia y la generosidad de su propio trabajo. (Pag. 221)     

1 comentario:

  1. Gracias por tu recomendación, lo voy a comentar a los porfes de nuestra escuela. Saludos desde la Escuela Secundaria 5 de Pergamino, Bs As, Argentina.

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