domingo, 9 de noviembre de 2014

MATEMÁTICA , TIC y ANEE

Todavía existen en el mundo muchas personas excluidas de la educación desde edades tempranas o que, habiendo accedido al sistema educativo, reciben una educación de menor calidad.
Un criterio importante para definir una educación de calidad es precisamente que ésta sea capaz de dar respuesta a la diversidad y difícilmente se pueda aprender a respetar las diferencias si no se convive con ellas, si las diferencias de cualquier tipo se obvian y se excluyen. Es por ello que debemos avanzar hacia la transformación de nuestra escuela en una escuela que eduque en la diversidad, entendiendo a ésta como una fuente de enriquecimiento y de mejora de la calidad educativa.
            El concepto de inclusión,  más amplio que el de integración,  está relacionado con la naturaleza misma de la educación general y la escuela común. Implica que todos los niños de una determinada comunidad aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales. Se trata de lograr una escuela que modifique sustancialmente su estructura, funcionamiento y propuesta pedagógica para dar respuesta a las necesidades educativas de todos y cada uno de los niños y niñas, incluidos aquellos que presentan una discapacidad.[1]
En este sentido, para conseguir una educación matemática de calidad, es decir una matemática que sea accesible y comprensible para todos, tenemos multiplicidad  de recursos que nos permiten captar el interés y facilitar el aprendizaje efectivo de nuestros/as alumnos/as de manera tal que se dé su encuentro con la matemática de una forma divertida, reflexiva y estimulante.
Si queremos llegar a todos nuestros estudiantes y hacerlo con calidad, el pensamiento memorístico, la ejercitación rutinaria y la homogeneización tienen que dosificarse y pasar a un segundo plano, generándose así un espacio en el cual el pensamiento reflexivo, la manipulación, el juego y la atención a la diversidad se conviertan en protagonistas de nuestras clases de matemática. [2]
Tener en cuenta las demandas de una educación de calidad que propone nuestro sistema educativo como respuesta a las necesidades educativas especiales, nos obliga a  redoblar nuestros esfuerzos en relación a las oportunidades que se brindan a los/as alumnos/as cuando trabajamos conceptos matemáticos, muy especialmente con aquellos con discapacidad intelectual y síndromes relacionados. Estos/as niños/as poseen unas características que matizan su proceso de aprendizaje de contenidos lógico-matemáticos. Sus dificultades de atención, sus diferencias en el procesamiento, percepción y retención de la información, e incluso, la mejor funcionalidad del canal visual sobre el auditivo, dificultan en muchas ocasiones su acceso al aprendizaje mediante métodos expositivos o que utilicen estrategias poco dinamizadoras. Partir de sus necesidades y usar la computadora, se presentan entonces, como dos puertas de entrada adecuadas para que se acerquen al conocimiento matemático. El carácter lúdico y motivador de la presentación del aprendizaje, la adecuación y dinamismo de los estímulos, la posibilidad de obtener tantas ayudas y repeticiones como necesite y la modalidad de presentación de la información son, entre otras, las características que hacen de la computadora una herramienta más que propicia para el trabajo con estos/as niños/as.[3]
El mundo de hoy es un mundo medial de alta innovación y diversificación y en constante cambio. Un mundo donde prevalece la necesidad de comunicación, y la información adquiere valores inimaginables. Donde nuestros/as alumnos/as interactúan tempranamente con una diversidad de tecnologías de información y comunicación, trayendo como consecuencia una carrera interminable en la que los docentes nos vemos en la necesidad de crear contextos significativos para la enseñanza.
Ahora bien, es importante subrayar que no todas la actividades escolares son factibles de trabajar con el recurso informático, ya que, como expresa la Prof. Kaufman, no tiene sentido "hacer lo mismo que podría hacerse sin ella", con lo que queda delimitada la "utilidad" del recurso desde un punto de vista didáctico/pedagógico. Nadie más que el docente sabe qué es lo que desea que sus estudiantes aprendan y ese "objetivo pedagógico" es el que guiará la actividad a realizar.
El trabajo con la computadora en el aula debería permitir no sólo la construcción de nuevos conocimientos, sino también favorecer la interacción del educando con las nuevas tecnologías de la comunicación desde una óptica diferente a la que está habituado (utilización del Chat, del correo electrónico, descargar música, etc). Esta última cuestión responde a uno de los deberes primordiales de la educación que es dotar a todos los/as niños/as de igualdad de oportunidades frente a los vertiginosos cambios tecnológicos que atraviesan a nuestra sociedad.





[1] Cf. Blanco G., Rosa. Hacia una escuela para todos y con todos. Publicado en Boletín del Proyecto Principal de Educación para América Latina y el Caribe, n° 48, pp 55-72. Oficina Regional de Educación de UNESCO para América Latina y el Caribe. UNESCO/Santiago.

[2] Cf. Alsina, Á y Planas, N. Matemática inclusiva. Propuestas para una educación matemática accesible. Madrid. Narcea.  2008.
[3] Ortega Tudela, J. Nuevas Tecnologías y aprendizaje Matemático en Niños con Síndrome de Down. Madrid. FEISD, Obra Social de Caja Madrid. 2005?


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